¿Sabías que gran parte de nuestras decisiones diarias no son conscientes?
Aunque nos gusta creer que controlamos nuestra vida con lógica y voluntad, lo cierto es que el inconsciente dirige gran parte de nuestros pensamientos, emociones y acciones.Marly Kuenerz, en su maravilloso libro “El juego de la atención”, y Pablo André, experto en transformación personal, nos invitan a mirar hacia adentro con nuevos ojos: no para luchar contra nuestro inconsciente, sino para escucharlo, comprenderlo y transformarlo.
1- ¿Qué es el inconsciente y por qué es tan poderoso?
El inconsciente no es un enemigo ni un obstáculo. Es una fuente inmensa de memorias, emociones reprimidas y patrones que hemos acumulado desde la infancia —y muchas veces, incluso antes.
En el inconsciente viven:
- Heridas no resueltas.
- Creencias limitantes.
- Reacciones automáticas que repetimos sin querer.
Es como un “programa de fondo” que condiciona nuestra vida… hasta que decidimos prestarle atención.Cada vez que ignoramos nuestro mundo interno, esos enredos se aprietan un poco más. Pero cuando nos atrevemos a mirar hacia dentro, a observar sin juicio, comenzamos a desenredar los hilos invisibles que nos atan al pasado.
2- ¿Cómo podemos trabajar con el inconsciente según Marly Kuenerz?
“Lo que no se mira, se repite. Lo que se atiende, se transforma.”
Esta es la esencia del método que Kuenerz propone: atención consciente.
Los pasos fundamentales son:
1. Observar sin juzgar
El primer movimiento no es cambiar, sino observar.
Detectar emociones, tensiones, pensamientos automáticos —sin luchar contra ellos ni querer corregirlos.
2. Aceptar lo que aparece
El inconsciente se abre cuando siente que no será rechazado. Aceptar una emoción incómoda (miedo, tristeza, rabia) es darle permiso para mostrar su origen.
3. Reconocer patrones repetidos
¿En qué situaciones sientes que siempre reaccionas igual?
¿Hay “películas internas” que se repiten una y otra vez?
Nombrar los patrones los trae a la luz y debilita su control.
4. Dialogar con las partes internas
Marly nos enseña a ver nuestras emociones como partes vivas que buscan ser escuchadas. No son “problemas”; son fragmentos de nosotros pidiendo atención.
Ejemplo práctico:
Si sientes ansiedad, puedes preguntarle interiormente:
“¿Qué necesitas de mí en este momento?”
5. Sostener el proceso con amor y pacienciaTrabajar con el inconsciente es un juego de presencia, no de prisa. Cada acto de atención abre nuevas puertas de libertad interior.
3- La Visión de Pablo André: El Poder de las Creencias
Pablo André enfatiza que uno de los principales filtros a través de los cuales experimentamos la vida son nuestras creencias.
Según él, una creencia no es una verdad universal, sino una idea que hemos aceptado como verdad —generalmente desde pequeños, sin cuestionarla.
Las creencias limitantes son esas ideas que restringen nuestras posibilidades, como por ejemplo:
- “No soy suficiente.”
- “No merezco ser feliz.”
- “El mundo es un lugar peligroso.”
Estas creencias no solo viven en la mente: se incrustan en el inconsciente y modelan nuestros resultados, relaciones y decisiones.
La propuesta de Pablo André es clara:
- Primero, identificar la creencia limitante (observar cómo actúa en nuestra vida diaria).
- Segundo, cuestionarla conscientemente (¿De verdad es cierta? ¿Hay ejemplos en mi vida que la contradicen?).
- Tercero, reprogramarla con una nueva creencia expansiva (“Soy capaz de lograrlo”, “Merezco ser feliz”, “Estoy a salvo”).
Así, al transformar las creencias, no solo cambiamos pensamientos aislados: reconfiguramos todo nuestro inconsciente para abrir nuevas posibilidades.
4- Sanar el pasado: desenredar para crear futuro
Trabajar en nuestras heridas del pasado es como pasar un peine delicado a través de un cabello lleno de nudos.
Cada emoción atendida, cada creencia limitada liberada, es un nudo menos que nos aprieta, un peso menos que cargamos.
Cuando sanamos, no estamos simplemente reparando algo roto:
estamos preparando el terreno para un futuro más libre, más auténtico y más expansivo.
Cada acto de sanación consciente nos dirige hacia nuestra mejor versión:
esa versión nuestra que no reacciona desde el miedo, sino que elige desde la paz;
que no repite patrones del ayer, sino que crea un mañana en sintonía con el verdadero ser que somos.Sanar no es olvidar.
Sanar es desenredar con paciencia y amor para que podamos caminar más ligeros hacia nuestros sueños.
5- Tu inconsciente puede ser tu mejor aliado
Cuando dejamos de luchar contra nuestras sombras y comenzamos a dialogar y actualizar nuestras creencias, algo mágico sucede:
- Reacciones antiguas se disuelven.
- Nuevas oportunidades aparecen.
- Nuestra vida externa refleja nuestra paz interna.
Como dice Marly Kuenerz:
“No se trata de ganar ninguna guerra interior, sino de construir un puente de amor hacia uno mismo.”Y como afirma Pablo André:
“Cuando cambias tus creencias, cambias tu realidad.”
CONCLUSIÓN
Trabajar con el inconsciente no es solo para psicólogos o terapeutas: es un regalo que todos podemos ofrecernos.
A través de la atención amorosa, la transformación de creencias limitantes y la sanación consciente de nuestras heridas, nos convertimos en creadores conscientes de nuestra propia historia.En La Mentora Blanca te invitamos a iniciar este camino de autoconciencia, compasión y poder personal.
Cada nudo que sueltas es un paso más hacia la vida que mereces vivir.
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